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Un año más, las recargas de Laguna Verde tendrán lugar a lo largo de este año 2022: la Unidad 1 comenzó su periodo de recarga el pasado 28 de marzo, mientras que la Unidad 2 lo hará el 13 de septiembre. Sin embargo, el proceso se inició mucho antes, con la fase de licitación, que comenzó a finales del año pasado; es más, cuando viajamos a Laguna Verde ninguno de los dos servicios tenía firmado el contrato por parte de CFE (Comisión Federal de Electricidad) con Tecnatom… Se firmó aproximadamente el 9 o el 10 de marzo. 

Esta fase fue complicada, porque en un principio fuimos descalificados técnicamente en los servicios de Amortiguadores y Diagnosis (servicios que estamos realizando ininterrumpidamente en dicha central desde 2006 y 2009, respectivamente). Pero no nos dimos por vencidos y empezamos a preparar embarques, realizar calibraciones y enviamos el contenedor marítimo por adelantado, con el riesgo y la incertidumbre de no saber si nos iban a conceder los trabajos. Finalmente, en una segunda licitación, resultamos adjudicatarios, y allá que nos fuimos. Los primeros, el personal de Amortiguadores, junto a Calidad y Medioambiente, aterrizamos en Veracruz el 8 de marzo. A continuación, el grupo de Diagnosis, que llegamos al mismo destino el 15 de marzo.

 En el servicio de amortiguadores se esperaba empezar a trabajar el 14 de marzo en actividades de prerrecarga, con el mantenimiento de los amortiguadores que tienen en stock para poder avanzar más rápido en la sustitución de los programados para la recarga. Pero nos topamos con la pared burocrática de siempre: no te dan permiso para trabajar sin que te autorice Garantía de Calidad. Este año un compañero de Calidad y Medio Ambiente se había desplazado con nosotros para darnos apoyo sobre el terreno en la obtención de la tan ansiada “LIA”, o Liberación para el Inicio de las Actividades, que es como denominan a esta autorización. 

Para que os hagáis una idea de la logística que desplegamos en planta, entre empresas del Grupo Tecnatom y colaboradoras, llegamos a ser a unas 70 personas vinculadas directamente a los dos contratos que hemos tenido durante la parada Laguna Verde sin duda es un cliente especial. A diferencia de otras centrales, aquí los trámites son más tediosos y, por ejemplo, conseguir tu “gafete” (tarjeta de identificación personal) puede demorarse más de dos semanas desde que pasas el examen de acceso. Puede que parte de ello se deba a que en la  organización del cliente las responsabilidades parecen diluirse internamente y, prácticamente, todo se gestiona en papel, a través de “oficios” documentados. Para haceros una idea, los oficios son unos documentos como las instancias que antes empleábamos en España para comunicarnos con la Administración. En LV cada mínimo paso que se da se tiene que comunicar mediante oficio: solicitar calibración, solicitar pase de acceso para el coche, solicitar pase para el ordenador portátil, solicitar conexión eléctrica para el tráiler, solicitar espacio físico para el tráiler, solicitar que el tráiler ingrese a planta, solicitar que el tráiler ingrese dentro del doble vallado, y así un largo etcétera. Una vez superado el escollo de conseguir la “LIA”, los responsables de Metrología nos guardaban otra sorpresa: no admitir los certificados de calibración de nuestros equipos (que eran válidos, como os podéis suponer). Este nuevo escollo se solucionó a base de más informes, oficios, buscar laboratorios externos, reuniones, etc.,  pero nos costó mucho tiempo y esfuerzo poder sacarlo adelante.

Finalmente, el 28 de marzo, comienza la recarga, con las liberaciones llegando poco a poco, y nos enfrentamos a las dificultades habituales: retrasos de planta e interferencias de actividades, que provocan que cada pequeño avance en nuestro programa sea un mundo, pese a lo cual, logramos que el trabajo se desarrolle con la satisfacción del cliente, como cada vez que  venimos, aunque suponga un gran esfuerzo físico y psicológico. A esto hay que sumarle la peligrosidad de la carretera de acceso a la planta y la lejanía de Veracruz, que supone un tiempo adicional de viaje (ida y vuelta) de unas 3 horas diarias, a las cuales hay que añadir las 12 horas del turno, lo que hace que nuestro trabajo sea especialmente agotador. Pese al cansancio, este ritmo tan intenso permitió a David Perdices (Calidad y Medio Ambiente) “disfrutar” de una inmersión total en la cultura mexicana, salpicada de anécdotas y consejos, así como del reconocimiento a todo el equipo: 

Como ha sido mi primer viaje a México, una curiosidad estuvo en familiarizarme con ciertas  expresiones de uso común: “carros” (coches), “móviles” (casetas), “machote” (plantilla)… Y por último y no menos importante, e incluso digno de una Buena Práctica en EOLA, es que allí las cosas se “agarran”, no se “cogen”. Resulta curioso cómo, compartiendo un mismo idioma,  ciertas expresiones tienen un significado tan diferente, por lo que conviene asegurarse de que tu interlocutor ha comprendido la idea que le quieres transmitir. 

Como nota simpática, de cara a una gestión del tiempo lo más eficiente posible, nuestros  compañeros de Tecnatom México nos hicieron su mejor aproximación acerca de ciertas  magnitudes de tiempo muy comunes, y así llegamos al acuerdo de que un “ahorita” equivale a unos 5 ÷ 10 minutos, un “tantito/poquito” vienen a ser entre 15 ÷ 30 minutos, el “rato” se puede ir a las 2 o 3 horas, y si te dicen que: “si puedo voy al rato”, lo mejor es que esperes al día siguiente. Después de aquella valiosa información, uno sin duda va más relajado.

Otra cuestión que me llamó la atención es que, salvo algunas excepciones, no sientes al cliente tan cercano como en otras centrales y no se involucra tanto con el contratista de cara a agilizar los trabajos. Como notas personales, en el recuerdo queda ese viento Norte en torno a los 130 km/ h que a veces visita el lugar (sí, sí; parecido a Vandellós), los contrastes sociales, la celebración allí de mi cumpleaños (no fui el único), lo ricas que nos sabían las cervezas del Yepas (¿se puede hacer publicidad?), y esas partidas en un vetusto billar por el centro de Veracruz.

A destacar la acogida de nuestros compañeros de Tecnatom México y, por encima de todo, la profesionalidad de las personas del Grupo Tecnatom allí desplazadas. Aguantar la presión del cliente en ciertos momentos, solventando los temas sobre la marcha con los medios allí  disponibles, cuando en España ya es fin de semana y con la diferencia de 7 horas, requiere de arte y aplomo.

A mediados de mayo ya habíamos regresado a España todos los participantes en la recarga, aunque con anterioridad fueron volviendo, de forma escalonada, aquellos compañeros que tenían que atender las recargas programadas de C.N. Ascó y C.N. Trillo. 

Al finalizar esta primera recarga se habrán realizado diagnosis a 68 válvulas motorizadas,  neumáticas y MSIV (Main Steam Isolation Valves), y se habrán llevado a cabo 89  mantenimientos y pruebas funcionales de amortiguadores

Por último, agradecer el esfuerzo de nuestros compañeros de Tecnatom México, y el de los desplazados desde España: David Perdices, Adrián Fdez., Fernando Ruíz, José Mª de la Rúa, Carlos Cuadrado, Felipe Escolar, Vicente Tomás, Diego Sancho, Isaac Marcos, Javier Lería, Antonio Fdez., Miguel Ángel Guerra, José Miguel Tomás y Juan Antonio Rueda, así como al personal que desde España ha hecho posible que esta primera recarga de 2022 saliera  adelante.